Gracias a unos documentos filtrados de parte de Vr-Zone afirma que la próxima generación de chipsets Intel serie 9 vendrán acompañados de cambios importantes, tanto que supondrá un verdadero problema para los fabricantes de placas base.
Según la fuente este ademas de cambios, sufriría problemas de compatibilidad y esto debido ha las conexiones eléctricas entre el zócalo de la CPU y el chipset son diferentes a las actuales, lo que deriva en unos requisitos de alimentación diferentes que, en definitiva, serían los posibles culpables de una incompatibilidad definitiva entre ambos sistemas.
Queda por ver si este problema afectará sólo a la gama Haswell actual, fabricada en proceso de 22nm, o también a los nuevos “Haswell” fabricados en proceso de 14nm que llegarán el próximo año.
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