Un equipo de investigadores de la Universidad Virginia Tech han descubierto un sistema que permite almacenar en una biobatería de azúcar 10 veces más energía que las tradicionales baterías de Ión-Litio que encontramos en los smartphones convencionales.
Estos científicos afirman que el resultado de sus estudios podría tener aplicaciones prácticas en tres años, y que la recarga de estas baterías sería tan sencilla como añadir algo más de azúcar a las baterías.
Estas baterías basadas en azúcar podrían sustituir a las baterías recargables y desechables tradicionales, y permitirían que dispusiéramos de elementos más baratos, recargables, biodegradables y más respetuosas con el medio ambiente.
El funcionamiento de estas baterías se basa en el uso del almidón, que se descompone en una sustancia llamada maltodextrina, y que a su vez luego se descompone en 13 encimas. Ese proceso libera cantidades significativas de electrones, que a su vez generan una corriente que puede usarse para alimentar dispositivos electrónicos.
Fuente: Xataka
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