Desde el Instituto Fraunhofer llega un proyecto de investigación que se trata del desarrollo de un malware que puede comunicarse con máquinas cercanas necesitando únicamente altavoces y un micrófono para ello. Esto significa que el ataque no se realizaría a través de la red, de hecho ni lo requiere, ya que solo se necesita una distancia de menos de 65 metros para comenzar con la transmisión.
El método está basado en las técnicas de comunicación de sistema acuáticos, y aunque las transferencias solo llega a los 20 bits por segundo, no deja de ser curioso.
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